Botella de Vidrio(Cerveza Carbonatada)
Tienes unos barriles cornis(Cornelius) y todos los conectores, tanque de CO2, reguladors , etc. y aun te preguntas porqué no lo hiciste antes, y te dejaste de gramos de azúcar y acondicionar botellas y todo el tinglado. De todos modos, lo del corni es muy práctico pero te limita mucho a la hora de llevar unas birras a casa de algún colega o probar varios lotes distintos en casa. Vamos, que al final terminas embotellando la mitad de la producción.
Entonces es cuando te preguntas ¿Se podrá embotellar la Cerveza ya carbonatada del corni? Sería la solución definitiva: carbonatas en el corni y la embotellas directamente, olvidando azúcares, semanas de carbonatación, etc. Fue lo que yo me pregunté al empezar con los cornis, hace ya varios años, y me puse a investigar.
La idea del artefacto es introducir CO2 en la botella a presión, y luego ir purgando el CO2 conforme introducimos la cervezacarbonatada a presión. Se habló hasta de hacer una compra comunitaria de las piezas, etc.
con una mano se cogía la botella, con otra el llenador, con otra se abría la llave del gas, con otra se abría la llave del líquido, con otra se purgaba el gas… si vas contando ya te darás cuenta de que necesitas más de dos manos.
Eso hasta no hace mucho, que oí hablar de la “Beergun”, un ingenio que permitía embotellar la cerveza carbonatada directamente del corni sin problemas y sin necesidad de manos adicionales.
El chisme no tiene más historia, lleva una línea para líquido y otra para CO2, con el dióxido de carbono purgas el aire de la botella para evitar oxidaciones y con el de líquido llenas la botella de cerveza carbonatada. Una vez llena la botella la tapas cuanto antes y listo. Yo utilizo botellas de “flip-top” que lo hacen más fácil. La ventaja es que se maneja con una sola mano, con la que accionas el botón del gas (la pieza de bronce) y el del líquido (el “gatillo” negro).
Y lo mejor de todo… FUNCIONA. Dependiendo de la temperatura a la que se encuentre la cerveza y el grado de carbonatación que tenga, se ajusta la presión de empuje y, sorprendentemente, hace una cantidad mínima de espuma, dando tiempo de sobra para cerrarla y mantener todo su CO2. Se pudo ver una demostración en la reunión de Murcia.
En la siguiente imagen teneis el “beer-gun” conectado a la bombona de gas, que se puede aprovechar tanto para empujar la birra como para el purgado de las botellas con una simple “T”. ¿Cuánta presión? Pues como te he dicho, depende de la carbonatación y la temperatura, pero de 0.3 a 0.5 bares me da buen resultado, más baja cuanto más gas tenga la cerveza.
Y el llenado es fácil, fácil, fácil. Hay una serie de factores a tener en cuenta a la hora de emplear el “beer-gun” y que harán más o menos sencillo el proceso.
En primer lugar, cuanto más baja sea la temperatura, menos espuma se producirá, yo guardo los cornis en un arcón refrigerado y meto las botellas un rato antes.
Luego tenemos el tema de la carbonatación, para cervezas muy gasificadas es posible que resulte difícil evitar la espuma, aunque siempre puedes jugar con presión de empuje y temperatura.
La presión de empuje es otra, si es excesiva, se producirá demasiada espuma.
Por último (y parece una chorrada) está la longitud del tubo de la línea de producto, por la que pasa la cerveza vaya. El que viene con el aparato es muy largo, lo que a veces es un engorro, y puedes tener la idea de cortarlo para simplificar… NO LO HAGAS, o formarás espuma a punta pala.